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Recuperando las vísceras

Despreciadas en la actualidad, las vísceras siguen siendo de lejos el mejor alimento; desde una perspectiva nutricional al menos.

Cualquier animal cazador en su entorno (leones, lobos, águilas…) al matar a su presa lo primero que devora son las vísceras: hígado, ojos, pulmones, corazón, riñones…
Para un ser humano tienen el mejor perfil nutricional posible: aminoácidos de calidad, grasas de calidad, vitaminas y minerales; y además gracias a que nadie las consume actualmente, su precio es muy atractivo, siendo de las partes más económicas del animal.

Por gramo (o kilo) de peso, de lejos, presentan la mayor densidad nutricional que podamos encontrar en ningún otro alimento. Si a eso sumamos la ausencia de antinutrientes (sustancias presentes mayormente en el reino vegetal que dificultan la digestión/absorción de los nutrientes; como oxalatos, leptinas, saponinas, fitatos…), que son saciantes… Y recuerda que estos órganos son vitales para el animal, son los que más cuida su organismo; por ello, aunque el hígado es el filtro de toxinas, por ejemplo, las toxinas no se acumulan ahí; lo que acumula son vitaminas y minerales para poder hacer mejor sus funciones: vitaminas del grupo B, selenio, zinc, vitamina A….

Considera cuánto hígado graso hay actualmente, ¡no alcohólico!; es decir que la gente está dañando su hígado por un desequilibrio en la ingesta de carbohidratos respecto a su gasto energético diario. El reintroducir las vísceras, carentes de carbohidratos, pero llenas de nutrientes, te permitirá alimentarte, o mejor aún, nutrirte y sanar; y sin dañar ni el hígado ni el páncreas (no habrá subidas de insulina debido al exceso de glúcidos; agotamiento de enzimas digestivas debido a mala alimentación…) y cuidando de tu intestino, cerebro…
Es el opuesto a la alimentación moderna: ten en cuenta que tus abuelos consumían el animal entero (“del morro a la cola”, siempre se ha dicho del cerdo), incluidas las vísceras, muy preciadas por cierto. Hoy en día todo se basa en alimentación vegetal (95% o más de agua, un poco de fibra, muy pocas vitaminas y minerales; y algunos antinutrientes que precisamente impiden o dificultan la absorción de esos micronutrientes), productos ultraprocesados (alteran la insulina, carecen de micronutrientes, cargados de omega 6, tóxicos, con colorantes artificiales, etc.) y algo de proteína animal carente de grasa (músculo magro del pollo o el cerdo, o pescado blanco; olvidando que en la grasa están las vitaminas liposolubles y la propia grasa; la grasa es un nutriente esencial, el carbohidrato no).

Ahora sólo te falta echarle imaginación e introducirlas poco a poco.

Mi consejo: empieza por el hígado de pollo, tan suave que ni tiene sabor… Juega con especias, grasas (mantequilla, queso, nata…), fritas, guisadas, trituradas, en paté… Con huevo…
A mí particularmente me está gustando mucho una combinación de huevo, hígado de pollo con corazones de pollo y sesos de cordero, con mantequilla y especias al gusto; tiene todo lo que el cuerpo necesita para una dura jornada de trabajo sin altibajos en el apetito ni el azúcar en sangre, tener energía constante y cuidarte a largo plazo.

Procura comer vísceras al menos dos días a la semana; ¡tus vísceras te lo agradecerán!

Recuerda que el reino vegetal no puede huir o luchar cuando tratas de comértelo; sus defensas son químicas: venenos y antinutrientes, que te impiden absorber los nutrientes que crees que llevan…
Observa detenidamente el siguiente gráfico y cómo la absorción máxima de zinc se produce comiendo únicamente ostras, ya que al combinar la misma cantidad de ostras con maíz o alubias negras (vegetales considerados ricos en zinc) la absorción incluso cae por debajo del nivel basal (nivel antes de haber comido).

Recupera tus vísceras, recuperando las vísceras en tu alimentación.

Por experiencia propia, se necesita un periodo de readaptación: al principio la densidad nutricional del alimento es tal que satura los sentidos y el apetito. Poco a poco el cuerpo y el paladar se acostumbran y deja de ser necesario el usar tantas especias y tratar de esconder el sabor, además de que se puede comer mayor cantidad por ingesta.
Las tablas nutricionales han sido elaboradas de variadas fuentes encontradas en internet, los valores exactos pueden variar entre diferentes fuentes; pero sirve para hacerse una idea rápida de las comparaciones entre alimentos.

No te creas nada, haz tu propia investigación, saca tus propias conclusiones… y no delegues lo más importante que tienes, TU SALUD, en nadie más que TÚ; hazte responsable de tu salud.

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