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RECONCILIATE CON TU TIROIDES III

Si no has leído las anteriores publicaciones te recomiendo empezar aquí: https://saludoriginal.es/2025/09/17/reconciliate-con-tu-tiroides-i/

7.ELIMINA ESTOS 5 ASESINOS DE
TIROIDES

Estos cinco no son negociables, los tienes que eliminar todos; hazles un
funeral si quieres y te despides de ellos como si fueran un ser querido al
que no vas a volver a ver en tu vida…
Bueno, si tras 6 meses tienes un super evento y quieres “pecar”, insisto,
tras 6 meses (al menos) haciéndolo todo perfecto y habiendo notado el
cambio y la mejoría en tu cuerpo y tu vida, “peca”; por un día no pasa
nada.
Mi consejo: diles ADIÓS.
Podemos negociar el sistema y el tiempo de retirada, pero no que los
vas a eliminar. Cuando uno de estos está presente en tu vida
periódicamente, la salud se va…
a) Elimina: alcohol, tabaco, azúcar, trigo, leche de vaca.

b) Puedes empezar con consumir la mitad de la dosis que vengas
consumiendo.
Y en 15 días empiezas a consumir la mitad de esa dosis…
Y así hasta que te des cuenta de cómo está mejorando tu vida y
de que ya no necesitas eso; y que te des cuenta de que para lo
que consumes, te lo puedes quitar perfectamente…
Recuerda que el problema de consumir cualquiera de estos 5
VENENOS es mayor en la pequeña repetición frecuente (1 quinto
de L-V) que un atracón un día puntual (el sábado me bebo un
litro). Lo ideal: cero de todos ellos.

8.GESTIÓN EMOCIONAL

Las emociones y los sentimientos tienen un impacto profundo en tu
cuerpo. ¿Has oído hablar del efecto placebo o de la somatización de
enfermedades? Ambos conceptos reflejan lo mismo: la mente y las
emociones pueden ser capaces de sanar o, por el contrario, de
enfermar el organismo.
Un ejemplo interesante es la diferencia entre los países del norte y del
sur de Europa. A pesar de que en el norte tienen hábitos de vida más
saludables en términos de alimentación y ejercicio, las tasas de
enfermedades crónicas y longevidad en el sur siguen siendo mejores. La
teoría más aceptada señala que esto se debe a la vida social intensa y
arraigada en la cultura mediterránea. La conexión humana y el
bienestar emocional que genera parecen ser más determinantes para
la salud que cualquier otro factor.

Ahora, si esto es cierto a nivel general, imagina su impacto en la
tiroides, una glándula extremadamente sensible a las emociones y al
estrés. Cada vez que experimentas ansiedad, miedo, ira o cualquier
situación de tensión, tu cuerpo libera hormonas como cortisol,
adrenalina y noradrenalina. Estas sustancias, cuando se mantienen
elevadas por períodos prolongados, afectan todo el organismo:
debilitan el sistema inmune, dificultan la digestión, interfieren con la
reparación celular y alteran el descanso.

La tiroides, en particular, sufre enormemente con el estrés crónico. El
exceso de cortisol bloquea la conversión de la hormona T4 en su forma
activa (T3), reduce la producción de hormonas tiroideas y aumenta la

inflamación, lo que puede llevar a hipotiroidismo, fatiga, problemas de
peso y alteraciones metabólicas.

Gestionar el estrés, cultivar emociones positivas y rodearse de un
entorno de calma y conexión humana no es solo un tema de bienestar
psicológico, sino una necesidad fisiológica para mantener la salud de tu
tiroides y, con ella, el equilibrio de todo tu cuerpo.

a) Acude a un profesional: hoy en día, afortunadamente,
disponemos de decenas de alternativas: psicólogos, terapeutas,
yoga, meditación, coach…
Igual que cuando tienes un problema digestivo vas al gastro y si
es en la piel al dermatólogo; cuando el problema es de las
emociones, ve a un especialista. Te “podría salvar la vida”, como
me pasó a mí de joven.
b) Crecimiento personal:
i) Lee libros de crecimiento personal que te ayuden a abrir tu:
visión, tu marco, tus percepciones, tu empatía; que mejoren
tu autoconcepto y tu comunicación interior.
ii) Estoicismo: lee sobre esta filosofía de vida y desarrolla la
capacidad de ser in-vulnerable; que nada ni nadie externo
te pueda estropear el día, que puedas vivir feliz y bien con
menos, que no necesites cosas, que te centres en lo que
realmente resulta importante e imprescindible para tí…
iii) Antes de acostarte escribe un diario de gratitud y lee algo
de días pasados antes de empezar tu día.
iv) Busca un terapeuta de constelaciones familiares y
pruébalo: es una herramienta brutal para acelerar el
crecimiento personal, sanar traumas, mejorar tus
emociones… Aunque puede ser que no a todo el mundo le
convenza o no en ese momento concreto de su vida. Pero
pruébalo.

9.NUTRICIÓN

Diferencio claramente entre comer y nutrirse, porque no es lo mismo
ingerir cualquier cosa que realmente aportar a tu cuerpo lo que
necesita. No es lo mismo comerte una araña mientras corres que
nutrirte con carne de ternera; del mismo modo, no es lo mismo comer
un producto ultraprocesado, sin valor nutricional, que alimentarte con
caballa rica en grasas esenciales y minerales.

El ser humano necesita, sí o sí, micronutrientes (vitaminas y minerales) y
macronutrientes esenciales (grasas y proteínas). En cambio, los
carbohidratos no son esenciales, porque el hígado es capaz de fabricar
toda la glucosa que el cuerpo necesita de forma estable y saludable.

Y aquí es donde entra en juego la salud de la tiroides. Esta glándula,
clave para el metabolismo y la energía, depende directamente de las
grasas saludables y de ciertos minerales como el yodo, el selenio y el
zinc. Las grasas de origen animal (mantequilla, pescado, carne, huevos)
son fundamentales para la producción y transporte de las hormonas
tiroideas. Sin suficiente grasa, la función tiroidea se ve comprometida,
afectando todo el cuerpo: desde el metabolismo hasta la salud cerebral.

Por otro lado, el exceso de insulina es uno de los mayores enemigos de
la tiroides. Cada vez que comes alimentos ricos en carbohidratos—ya
sean arroz, pasta, legumbres, patatas, frutas o incluso vegetales de hoja
verde—tu cuerpo genera una respuesta insulínica. Si esta respuesta es
repetitiva y constante, se genera inflamación, resistencia a la insulina y

estrés metabólico, factores que ralentizan la tiroides y pueden
contribuir al hipotiroidismo.

Comer de forma alineada con la biología humana no es solo una
cuestión de preferencias, sino de salud hormonal. Si quieres una
tiroides fuerte, estable y funcional, tu alimentación debe priorizar
grasas animales, proteínas de calidad y evitar picos de insulina
innecesarios.

a. Alimentos no productos: si viene en plástico, si tiene ingredientes,
si tiene más de 3 ingredientes, si tiene ingredientes que no
conoces o cuyo nombre es ilegible, si no “creció” en tu país, si es “5
min en el micro y listo”, si no lo podrías encontrar en una
hipotética huerta que tuvieras, si…
NO SE HIZO PENSANDO EN TU SALUD, SINO EN QUITARTE TU

DINERO

(y probablemente tu salud).

b. Reset metabólico: haz 48h completas comiendo sin límite
exclusivamente: carne, huevo, pescado, mantequilla.
Con este sencillo protocolo vamos a resetear tus hormonas del
hambre, de esa ansiedad por el dulce… Todo lo que venga
después te costará menos.
c. Low-Carb: te recomiendo reducir drásticamente tu ingesta de
carbohidratos, que no aportan ningún nutriente interesante y
pueden estar perjudicándote mucho.
El carbohidrato sólo aporta energía en forma de glucosa (y a
veces fructosa). ¿De verdad crees que necesitas ingerir tanta
energía, todos los días, varias veces al día? ¿Es que eres atleta de
élite y entrenas 10h; o cada día te corres una maratón o cada día

te peleas con un león?
La realidad, la realidad biológica y genética, es que nuestro
organismo es el mismo que hace milenios, cuando pasábamos
mucha hambre y ahora estamos en el extremo contrario. No digo
que pases hambre, pero deja de sobrealimentar la enfermedad.
Empieza reduciendo a la mitad los días de ingesta (si comes dos
días a la semana arroz o legumbres; ahora sólo un día) y las
cantidades (si solías servirte una cantidad como tu mano abierta,
ahora como tu mano cerrada en un puño).
No quites el carbohidrato, redúcelo a la mínima expresión en la
que te sientas cómodo.
Carbohidrato son: azúcar y miel, todas las frutas (el tomate es
fruta), legumbres (lentejas, garbanzos, habichuelas, soja…),
cereales (arroz, maíz, trigo, avena, cebada, centeno…), tubérculos
(patata, boniato…), semillas y frutos secos (almendras, quinoa,
trigo sarraceno, mijo…).
d. ¿Y qué cómo?: Si me hubieran dado un euro por cada vez que he
escuchado esta frase…
Pues comida de humano: carne de todos los animales (mejor
rumiantes), huevos (mejor ecológicos), pescado (todos los
animales marinos) y grasas saludables (mantequilla, tocino y
sebo).
¿Cuántos huevos puedo comer al día? Otra pregunta que me
habría hecho millonario… ¿Y cuantas galletas Oreo, y arroz, y
pasta, y pan, y chicles…?
Yo suelo comer 5 diarios, hay un señor centenario que lleva unos
50 años comiendo 25 huevos diarios…
e. ¿Y cuántas veces como? Máximo tres. Destierra los almuerzos,
meriendas y picoteos. Para eso has hecho el reset metabólico y
has reducido los carbohidratos.
Tu hambre va a desaparecer y no necesitas comer tantas veces al
día ni para nutrirte, ni para tener energía.

De hecho es al revés, cuantas más veces comas menos energía:
cada vez que comes la sangre debe acudir al aparato digestivo,
los recursos se mandarán al aparato digestivo, la energía fluirá al
aparato digestivo; cuanto más tiempo dejes quieto tu aparato
digestivo más sangre y recursos para tus músculos y cerebro…
Desayuna, come y si quieres cena. Yo hace 5 años que no ceno y
nunca he estado tan bien, de todo (son estos cambios que
estamos comentando y más, claro; pero esta guía es muy buen
punto de partida en tu nueva vida más productiva).
f. Cena lo antes posible, lo menos posible, nunca nada crudo y
siempre bajo en carbohidratos (cero carbs es la mejor cantidad
para la cena).
g. Prioriza alimentos del mar: por su aporte en proteína, minerales,
grasas saludables (Omega 3)… Son la mejor opción.

10+1. BONUS: COMPLEMENTOS

a) Minerales:
i) Selenio: apoya a la tiroides y desintoxica el organismo (los tóxicos
también dañan mucho a la tiroides). 1 o 2 al día.
ii) Yodo: Un mineral imprescindible para el correcto funcionamiento
de tu tiroides. Come mucho alimento marino o si no es el caso,
toma 1 dosis al día.
iii) Otros: todos son importantes; te recomiendo por ello tomar agua
de mar, que los tiene todos.

b) Ashwagandha: una extraordinaria planta adaptógena (hará que todo tu
organismo funcione mejor, se adapte); en este caso, mejorará el sueño y
descanso (toma 1 dosis a media tarde) y tu estrés y ansiedad (toma 1 por
la mañana). Además hay estudios que apuntan a su apoyo directo a la
función tiroidea.
c) Rhodiola: como la anterior, es una planta adaptógena; en este caso con
increíbles resultados sobre tu estrés y ansiedad, pero sobre todo sobre
tus preocupaciones, traumas… Puedes tomar 1 o 2 dosis (1 cada 12h
aprox).
d) Omega 3: imprescindible para la correcta función del cerebro y otras
muchas funciones. Salvo que comas 3-4 días a la semana pescado y
marisco, es imprescindible para tí. 2.000mg juntas tras desayunar.
e) Magnesio: en capsulas o polvo, consigue citrato (o quelato) o
bisglicinato. Primer bote 1 antes de cada comida (estómago vacío),
esperar 10min y comer; segundo bote 1-0-1.
f) Vinagre de manzana: una cucharada o mejor dos, antes de cada
comida, en un poco de agua.
g) Vecti-Pur: de NUTERGIA para reducir la resistencia a la insulina. Puedes
tomar 1 capsula antes de cada comida.

ATENCIÓN: si ya tienes un diagnóstico de hipotiroidismo consulta con un profesional de la salud antes de
empezar cualquier tratamiento. Consulta con tu médico y nunca suspendas tu medicación sin informarle.

Recuerda que esto es una guía inicial, una vez que ya implementes estos trucos y percibas
las mejoras, deberías seguir profundizando en el cambio y mejora de hábitos; “sigue el

camino, sigue escalando”.
Para guiarte me tienes a tu disposición en

teayudo@saludoriginal.es

CARLOS LORENZO – SALUD ORIGINAL

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